Sandra Melgarejo. Madrid
La Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria (Asturpar) ha celebrado su 17º congreso, cuyos puntos fundamentales han sido la formación en nuevas técnicas y formas de atención a los pacientes. Según la presidenta de la sociedad científica, Teresa Bazús, esta reunión “da ánimo a los asistentes en su trabajo, porque tener la oportunidad de saber que se puede avanzar y que se puede mejorar la atención al paciente, compensa el poco estímulo que reciben últimamente, cuando todo son malas noticias y recortes”.

Teresa Bazús.

Con respecto a las técnicas, se ha destacado la importancia de las pruebas de esfuerzo en Neumología, “muy conocidas en Cardiología, pero no tanto en Neumología, aunque ahora están empezando a desarrollarse de una manera muy potente”. Bazús ha detallado que esta prueba sirve para conocer dos cosas fundamentales: “el índice de supervivencia que tiene un paciente con una enfermedad crónica, como la EPOC o la fibrosis pulmonar idiopática, y el riesgo de un paciente que se tiene que operar del pulmón”.

Otra técnica que han podido conocer los asistentes es la intervención por endoscopia (VATS) a través de una única abertura en el tórax en lugar de tres, que ya se practica en Asturias. En el futuro, esta intervención combinará la endoscópica y la robótica para la extirpación de algunos tipos de cáncer de pulmón.

La situación de los pacientes crónicos ha protagonizado una parte de la reunión. “Hoy día, más del 80 por ciento de estos pacientes tienen más de 80 años y más de tres enfermedades crónicas cada uno”, ha detallado la presidenta de Asturpar. “Este problema sociosanitario se está intentando frenar en otros países, pero la tendencia aquí es llenar hospitales de camas con una tecnología punta carísima, cuando estos pacientes necesitan un tratamiento diferente, más cercano, más humano y menos tecnológico”, ha comentado Bazús.

En este sentido, se han expuesto dos experiencias: la de Finlandia, “que en los años 90 sufrió una crisis económica muy importante y tenía una población muy envejecida, pero supo salir a flote”; y la del programa Spica de Tenerife, un modelo de integración y coordinación asistencial entre Especializada y Primaria.

El congreso ha incluido dos talleres de puesta al día, uno sobre fibrosis quística y otro sobre enfermedades minoritarias. “Hay 180 enfermedades respiratorias minoritarias, el tres por ciento de las 8.000 que existen. Durante años, estos enfermos han llamado a las puertas de la Administración y de los laboratorios farmacéuticos y han sido poco escuchados. Hoy en día hay un organismo central europeo que se preocupa de que existan unidades específicas cualificadas para estas enfermedades y que incentiva a los laboratorios para que desarrollen investigación”, ha indicado Bazús. La presidenta considera que, para mejorar la situación de estos pacientes, “los médicos generales tienen que saber que existen estas enfermedades minoritarias y tener la sospecha de que puede tratarse de una de ellas cuando algo no van bien, y los Neumólogos tienen que conocer las que son propias de su especialidad para tratarlas en una consulta de referencia”.