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Miércoles, 27 de mayo de 2015  |  NÚMERO 71 Acceda a nuestra hemeroteca
SEGÚN UN ESTUDIO DE NEUMOSUR
Tener una crisis de asma grave predispone a tener más
El factor predictivo clave de una exacerbación fue haber presentado una similar el año previo
 
Redacción. Sevilla
Un estudio realizado por especialistas de Neumosur, la sociedad científica que aglutina a los neumólogos y cirujanos del tórax del sur de España, que desempeñan su labor profesional en los hospitales Virgen del Rocío de Sevilla, Carlos Haya de Málaga y San Cecilio de Granada, señala que el hecho de haber sufrido una exacerbación grave de asma es un factor predictor de padecer otra crisis asmática similar. Este trabajo de investigación, que ha recibido el Premio Dr. Rodríguez Panadero al mejor artículo original científico que otorga Neumosur, fue realizado en 407 pacientes mayores de 12 años (edad media de 39,2 años) seguidos en consulta externa de Neumología a lo largo de un año.

Francisco Casas, presidente de Neumosur.

La mayor parte de los pacientes participantes (más del 80 por ciento) presentaban en la primera revisión un asma leve o moderada persistente, siendo excluidos del estudio aquellos con la enfermedad en un estado más severo y que presentaban más exacerbaciones previas, cuyo perfil sí había sido estudiado en anteriores trabajos sobre los factores predictivos de exacerbaciones de asma.

Al inicio del estudio, más del 80 por ciento de los pacientes tenían un asma persistente leve o moderada, el 73 por ciento de ellos no tenían su asma bien controlada (habitualmente por no tomar adecuadamente el tratamiento) y de los que tomaban tratamiento la mayoría lo realizaba con una combinación de un broncodilatador de acción prolongada (LABA) y un corticoide inhalado (CI). Por lo tanto en la primera revisión, solo el 27 por ciento de los pacientes tenían su asma controlada.

Durante el seguimiento (fueron revisados a los 4, 8 y 12 meses), mejoraron el control de su enfermedad de forma progresiva, estando totalmente controlada en más del 51 por ciento de los casos al año, con lo que se apreció una respuesta significativa en la mejoría clínica de los pacientes. Del total de pacientes presentaron durante el seguimiento una exacerbación grave el ocho por ciento.

Dentro de los factores predictivos de presentar una exacerbación grave, el más importante fue el antecedente de una exacerbación grave en el año previo, siendo también un factor a considerar como factor predictivo el grado de control del asma estimado por el ACT (Asthma Control Test). Este test contiene cinco preguntas que incluyen preguntas sobre cómo puede afectar el asma para realizar tareas comunes, la frecuencia con la que le ha faltado el aire al paciente, si los síntomas del asma le han despertado durante el sueño o con qué frecuencia se ha tenido que utilizar el inhalador de rescate.

Las conclusiones del estudio indican que puede haber un fenotipo (es decir grupo concreto de pacientes) exacerbador, que tienen más riesgo de padecer exacerbaciones y en los que con un seguimiento más directo, con revisiones cada cuatro meses puede mejorar de forma significativa su situación clínica, al mejorar el grado de cumplimiento de la medicación, la técnica de realización de los inhaladores y, en definitiva, adaptar mejor el tratamiento a la evolución de la enfermedad.

El asma en AndalucíaUn reciente estudio elaborado también por especialistas de Neumosur señalaba que casi la mitad de los pacientes de Andalucía que padecen asma (en concreto, un 48 por ciento) no tienen diagnosticada su patología.

Este otro trabajo de investigación de esta sociedad científica, elaborado entre los más de 400 centros de salud de la comunidad autónoma andaluza, ponía de manifiesto asimismo que la asistencia de los facultativos se hace mayoritariamente a demanda del paciente y no programada (98,96 por ciento de las ocasiones). El 72,77 por ciento de los médicos de Atención Primaria que tratan a los pacientes son capaces de realizar el diagnóstico, aunque tan sólo el 54,6 por ciento lo hace siguiendo las guías de tratamiento.

El espirómetro, la herramienta más eficaz para diagnosticar una patología respiratoria como el asma, está presente en el 88,34 por ciento de los centros estudiados. A ello se une que la espirometría la realizan, en el 84,46 por ciento de las veces, enfermeros, los cuales han recibido la formación pertinente en un 73,65 por ciento de las ocasiones. En lo que respecta al tratamiento, en el 60,67 por ciento de los ocasiones nadie realiza adiestramiento del paciente en el manejo de los inhaladores.

 

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