Política de cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar su visita. Las cookies no se utilizan para recoger información de carácter personal. Usted puede permitir su uso o rechazarlo, también puede cambiar su configuración siempre que lo desee. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra política de cookies.
publicaciones científicas |
EMILIO BOUZA, DEL CIBERES, COORDINA TRES ESTUDIOS SOBRE LA ENFERMEDAD | |
El 25% de los pacientes con gripe A excreta virus en las mucosas una semana después del diagnóstico y pese al tratamiento | |
Las técnicas de cultivo viral siguen siendo útiles, pero más lentas que la RT-PCR | |
Redacción. Madrid
El primer estudio, encabezado por Maddalena Gianella y María Alonso y publicado en Clinical Microbiology and Infection -revista oficial de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas- se orientó a estudiar la duración de la excreción viral y la cinética de la carga viral en los pacientes con diagnóstico confirmado de Gripe A H1N1v pandémica que requirieron ingreso hospitalario durante la temporada de gripe del año 2009. Se constató que el 25 por ciento de los pacientes seguía excretando el virus en las mucosas respiratorias una semana después del diagnóstico, a pesar de haber recibido tratamiento antiviral. La inmunodepresión y la necesidad de ventilación mecánica fueran los factores independientemente asociados a la excreción viral prolongada. Los pacientes con excreción viral prolongada mostraron una estancia hospitalaria más prolongada y complicaciones adicionales, como shock séptico y síndrome de distress respiratorio del adulto (SDRA) comparados con los pacientes sin persistencia prolongada. No se encontró asociación entre una excreción viral prolongada y mortalidad. El análisis de la cinética de la carga viral en nuestra cohorte reveló que los pacientes con mal pronóstico, incluyendo aquellos que fallecieron durante el ingreso y/o desarrollaron SDRA, tenían un máximo de carga viral a los 2-4 días después del diagnóstico, mientras que en el resto de pacientes el valor de carga viral descendía progresivamente desde el día 0.
Un segundo estudio, encabezado por María Alonso y Darío García de Viedma, publicado en Journal of Clinical Virology, se centró en el rastreo de mutaciones de resistencia a inhibidores de neuraminidasa (IN) en un contexto diferente al habitual, en pacientes con infección persistente por la variante pandémica. El estudio realizó una caracterización molecular de todos los aislados seriados de H1N12009 obtenidos de 14 pacientes en los que la infección persistió más allá de siete días tras el diagnóstico microbiológico. En dos de estos pacientes se pudo documentar la infección con cepas sensibles que posteriormente adquirieron mutaciones de resistencia a IN a lo largo de la infección. El primer caso correspondió a un paciente VIH+ que adquirió la mutación de resistencia a los 9 días, mientras que el segundo se trató de un paciente con leucemia mieloide aguda en el que la adquisición de resistencia fue más tardía, a los 37 días tras el diagnóstico. No se identificaron mutaciones de virulencia en los casos con infección persistente. El estudio permitió rastrear la relevancia de la adquisición de resistencias en un entorno de especial interés, como es la infección persistente por la variante 2009, y constatar el diferente ritmo de adquisición de resistencias en los pacientes implicados. |