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Viernes, 30 de septiembre de 2016  |  NÚMERO 85 Acceda a nuestra hemeroteca
LOS DE DIAGNÓSTICO ANTIGUO REQUIEREN UNA INTERVENCIÓN INTENSIVA
Más del 40 por ciento de los pacientes con EPOC sigue fumando
Solo dos de cada diez fumadores piden ayuda profesional para dejarlo
Redacción. Madrid
El tabaquismo está considerado como una enfermedad crónica, de carácter adictivo y recidivante que conlleva graves consecuencias para salud. Así, el tabaco es responsable de aproximadamente 56.000 muertes anuales en España, principalmente por cáncer, enfermedad cardiovascular y por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). “Dejar de fumar es la decisión más saludable que se puede tomar en cualquier momento de la vida”, afirma Juan Antonio Riesco, coordinador del Año Separ 2016 de la EPOC y el tabaco. “Esta decisión, cuya motivación es diferente para cada fumador, debe ir acompañada de la ayuda de los profesionales sanitarios para incrementar sus posibilidades de éxito”.

Juan Antonio Riesco.

Se calcula que hasta el 70 por ciento de los fumadores desean dejar de fumar, y de estos solo un 18 por ciento (no más de dos de cada diez fumadores) pide ayuda profesional para dejar de fumar. De cada 100 fumadores que realizan un intento de abandono por sí mismos, solo un cinco por ciento lo consigue, pero si este intento se acompaña de la adecuada valoración diagnóstica y terapéutica de un profesional, las posibilidades de éxito pueden multiplicarse por diez.

En el caso de las personas con enfermedades respiratorias crónicas y especialmente para los pacientes con EPOC, dejar de fumar debe ser una decisión prioritaria pues es fundamental para frenar el deterioro de su función pulmonar y mantener su calidad de vida. Sin embargo, estudios diseñados para ver la evaluación de tratamientos farmacológicos en la EPOC constatan la elevada prevalencia del tabaquismo en pacientes ya diagnosticados de EPOC, y que oscila entre el 38 y el 77 por ciento.

Una de las causas de que el hábito tabáquico persista a pesar de la enfermedad pulmonar es, según explica Riesco, las peculiaridades que muestran los pacientes con EPOC como fumadores: “Consumen mayor número de cigarrillos, realizan una calada más profunda y retienen más el humo, tienen mayor dependencia del tabaco y menor grado de motivación para abandonar el hábito tabáquico, todo ello acompañado por un estado de ánimo más deprimido y con una autoestima más baja”.

Por eso resulta útil diferenciar entre dos tipos de pacientes: aquellos con diagnóstico reciente de EPOC, que tienen mayor grado de motivación y que podrán responder mejor a tratamientos convencionales, y los pacientes con diagnóstico antiguo de EPOC, amplio historial de recaídas, muy bajos niveles de autoeficacia, gran desconfianza, frustración y desánimo, elevada presión interna y externa y que se muestran reacios a nuevos intentos. “Este grupo necesita un nivel de intervención más intensivo y la necesaria mediación de expertos en tabaquismo, y si es preciso acudir a unidades especializadas en tabaquismo”, recuerda Riesco.

Otro posible freno de los fumadores en general, y especialmente de los pacientes con EPOC que persisten en su hábito, es la financiación de los tratamientos de deshabituación tabáquica. El apoyo a la deshabituación tabáquica solo se realiza de forma puntual y esporádica en algunos programas sanitarios de algunas comunidades autónomas. El Sistema Nacional de Salud no promociona la asistencia sanitaria a los fumadores para ayudarles a dejar de fumar ni financia los tratamientos del tabaquismo y los fármacos de primera elección no son gratuitos.

Sin embargo, la financiación de los tratamientos para dejar de fumar aunque solo fuera en pacientes con EPOC supondría un importante ahorro en el presupuesto sanitario. Según el estudio Budgetary impact analysis on funding smoking-cessation drugs in patients with COPD in Spain, llevado a cabo por Separ, un mayor número de fumadores con EPOC dejaría el tabaco y se produciría un importante ahorro económico del gasto social y sanitario, cuya estimación a los cinco años superaría los cuatro millones de euros.

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