Redacción. Madrid
La calidad de las espirometrías realizadas en las consultas de Atención Primaria podría verse mejorada con la incorporación de programas de teleasistencia. Así lo desvela un estudio realizado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), en el que se constata que los centros que disponen de soporte web presentan un mayor porcentaje de espirometrías de alta calidad, mientras que en los centros sin apoyo on-line la calidad va decayendo a lo largo del año.

En concreto, si se disponía de apoyo web el porcentaje de espirometrías de alta calidad podí aser de hasta el 72 por ciento, una cifra, según los autores, “muy similar” a la que se obtiene en las consultas de atención especializada.

Estas conclusiones “muestran un camino a seguir”, indica el coordinador del estudio, Felip Burgos, a la vez que asegura que “la introducción de las nuevas tecnologías puede impulsar nuevas estrategias para el diagnóstico precoz de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y optimizar el manejo de las enfermedades crónicas”.

En la investigación, realizada dentro del Programa de Investigación Integrada de EPOC, han participado 7 centros de referencia, 18 centros de salud de toda España, 34 enfermeras y 4.581 pacientes durante un periodo de 12 meses.

La espirometría es una prueba relativamente sencilla y habitual que mide la capacidad ventilatoria del paciente a través de la espiración máxima y sostenida. Los expertos creen que la generalización de su uso en Primaria es una “prioridad” mundial porque facilita el diagnóstico y seguimiento de las patologías respiratorias, algunas tan prevalentes como el asma y la EPOC.

Ahorro de costes

En este sentido, Burgos cree que la realización de espirometrías de calidad por personal no especializado de Atención Primaria “puede conseguirse con eficacia y ahorro de costes mediante la asistencia remota a través de una web que además puede facilitar la formación continuada del personal implicado”.

Asimismo, puede servir para incorporar a otros agentes de salud pública como las oficinas de farmacia. De hecho, en algunas de ellas ya se está utilizando esta aplicación, un hecho que demuestra que la coordinación del farmacéutico y el médico puede contribuir al manejo de enfermedades crónicas.