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Martes, 03 de mayo de 2011  |  NÚMERO 48 Acceda a nuestra hemeroteca
ACTUALIDAD NEUMOLÓGICA
TABAQUISMO Y OBESIDAD DIFICULTAN EL CONTROL DE LOS ASMÁTICOS
La prohibición del tabaco en lugares públicos disminuye un 18% los ingresos por crisis asmática en niños
La rinitis está asociada al asma en un 75 por ciento de los casos
Redacción. Madrid
Desde la prohibición del tabaco en lugares públicos, el número de ingresos hospitalarios por crisis de asma en niños menores de 15 años ha disminuido en un 18,2 por ciento. En el Día Mundial del Asma, los expertos recuerdan la importancia de garantizar un ambiente sin humo del tabaco a toda la población, pero especialmente a los pacientes con asma. “Dejar de fumar y de exponerse al humo del tabaco es la primera y más eficaz medida de control ambiental que debe aconsejarse a un paciente asmático”, recomienda Santiago Quirce, jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz (Madrid).

Santiago Quirce.

Los pacientes asmáticos que fuman no solo ven reducida su función pulmonar, sino que además presentan un asma más grave, más síntomas nocturnos e inducidos por el ejercicio. “El hábito de fumar es un factor que influye de forma muy importante en un mayor riesgo de desarrollar asma y en un peor control de la enfermedad”, apunta Quirce. En cambio, los pacientes asmáticos que dejan de fumar, mejoran después de solo un mes de haber dejado el tabaco recibiendo tratamiento farmacológico.

La influencia negativa del tabaco en el control del asma se ha demostrado en el ‘Estudio Magic’, en cuya elaboración ha participado Quirce. Dicho estudio revela que el tabaquismo y la obesidad son los factores independientes que más afectan a la falta de control en los pacientes asmáticos.

Asma en períodos asintomáticos

Cuando se encuentran bien, sólo un 21 por ciento de los pacientes con asma es buen cumplidor del tratamiento, mientras que cuando experimentan un empeoramiento de la enfermedad y sufren más síntomas, el porcentaje mejora hasta llegar a un 45 por ciento. “Es cierto que los pacientes se acuerdan más del tratamiento y cumplen mejor cuando están sintomáticos que cuando se encuentran totalmente controlados y libres de síntomas. Por lo tanto podría decirse que lo utilizan de forma más adecuada cuando están mal, al realizar el tratamiento de forma regular”, reconoce Quirce.

Sin embargo, este especialista advierte que cuando los pacientes no tienen síntomas, “es frecuente que confíen excesivamente en la medicación de alivio (broncodilatadores a demanda) y que no utilicen o no aumenten las dosis de la medicación de mantenimiento (corticosteroides inhalados y antileucotrienos)”. Por ello, Quirce incide en que “debemos insistir en la importancia de realizar el tratamiento de mantenimiento de forma regular, para así poder prevenir los síntomas y las exacerbaciones de forma adecuada”.

Factores del asma no controlada

Entre los aspectos que influyen en el control óptimo del asma, destaca la detección y el tratamiento de la rinitis que está asociada al asma en un 75 por ciento de los casos. Según el ‘Estudio Magic’, la gravedad de la rinitis se relaciona con el peor control del asma, y esto a su vez está vinculado, según explica Quirce, con “la existencia de una vía respiratoria común o única, que está afectada de forma similar, y que comparte factores ambientales y genéticos similares”.

También la gravedad del asma influye en el control de la enfermedad. A pesar de ser tratados con más fármacos y a dosis más altas, los pacientes con asma grave suelen tener más síntomas y exacerbaciones del asma que los pacientes con asma leve o moderada, “por lo que es lógico que el control sea peor”, comenta Quirce, quien señala por otra parte que “no obstante, en condiciones óptimas de tratamiento, los pacientes con asma grave también pueden aspirar a estar bien controlados”.

En el hecho de que más de la mitad de los pacientes (53 por ciento) del ‘Estudio Magic’ no tuvieran controlada su asma, influyen diversos factores ambientales: alérgenos estacionales, virus, contaminación que varían de una estación a otra y según cada región. “En algunas regiones de España, como Madrid, se ha observado que la demanda de asistencia en Atención Primaria por empeoramiento del asma y el número de pacientes tratados en Urgencias con crisis de asma aumenta notablemente en primavera, existiendo una correlación directa con el recuento de pólenes, especialmente de gramíneas”, explica Quirce.
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