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Lunes, 07 de febrero de 2011  |  NÚMERO 42 Acceda a nuestra hemeroteca
actualidad
Mª ÁNGELES PLANCHUELO INSISTE EN QUE EL TRATAMIENTO ANTITABÁQUICO ES COSTE-EFECTIVO
“Con la nueva ley, la reducción del consumo de tabaco será del 10%, frente al 4% en regulaciones parciales”
La presidenta de la CNPT ha destacado el papel de sociedades científicas como la Separ en la lucha contra en tabac

Marta Rodríguez Sáez. Madrid
El pasado 2 de enero entró en vigor la nueva ley antitabaco que prohíbe fumar en todos los espacios públicos cerrados, incluidos bares, restaurantes y locales de ocio, así como el algunas zonas al aire libre, como parques y alrededores de hospitales. La presidenta del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), María Ángeles Planchuelo, hace balance de este primer mes sin humos, y destaca que “el cumplimiento de la ley en muy satisfactorio, tanto en núcleos poblacionales grandes como en pequeños” y agradece a los fumadores “el apoyo a esta norma” y el que entiendan que “salir a la calle a fumar un cigarrillo incrementa los espacios de convivencia cerrados y beneficia la salud”.

Planchuelo señala que con la nueva ley se prevé una
reducción del 8 por ciento del consumo en las casas.

De las novedades que incluye la nueva legislación, ¿qué destacaría?

Sin duda el avance que se ha producido en la regulación de espacios cerrados libres de humo. Esta nueva situación es la respuesta esperada por todos los profesionales que día a día ven las consecuencias que el humo del tabaco ambiental produce en las personas de todas las edades, sin olvidar el efecto educativo y preventivo de la norma, que facilitará que los adolescentes no se hagan consumidores, es decir, dependientes de una sustancia que produce enfermedad y muerte.

¿Considera que regular el consumo de tabaco es la mejor manera de prevenir y disminuir este hábito?

Es una de las medidas, no la única, aunque indudablemente es muy importante por múltiples razones. La primera, porque minimiza la exposición al humo ambiental del tabaco y por ende también los daños de ello derivados (recordemos por ejemplo que a las dos horas de estar en un ambiente contaminado por humo de tabaco, el riego de sufrir un infarto de miocardio se incrementa en un 10 por ciento). Además, disminuye el consumo de tabaco, de manera que se estima una reducción de la prevalencia del 10 por ciento, frente al cuatro por ciento que se produce con las regulaciones son parciales, como es el caso de la anterior ley 28/2005.

También es importante el impacto educativo que se produce en los hogares, ya que con este tipo de regulaciones se disminuye el consumo de tabaco hasta en un 8 por ciento en las casas, sobre todo en presencia de los niños. Asimismo, con este tipo de regulaciones garantizan la igualdad de todos los ciudadanos en términos de salud y no discriminan a sectores laborales como los de la hostelería, como hasta ahora.

Otra razón es de carácter preventivo, ya que esta demostrado que estas regulaciones actúan en el proceso de hacerse fumador en los más jóvenes, de manera que producen un importante bloqueo en la transición de la fase de experimentación a la de consumo regular. Por último, no hay que olvidar que el avance en la regulación de espacios libres de humo se ha sustentado en una demanda y apoyo social que ha ido creciendo desde que se promulgó la anterior ley.

¿Cree que esta ley ha respondido a las peticiones de la CNPT, así como de expertos y sociedades científicas o hay aspectos que se han quedado “descafeinados”?

En el aspecto de la regulación de los espacios libres de humo, sí, pero en otros mucho no. Las demandas realizadas desde el CNPT para que se produjeran avances en la anterior ley iban más allá de que todos los espacios públicos cerrados fueran libres de humo, y que no se han conseguido.

Como ejemplos de estas demandas destacan aspectos como la estrategia fiscal, la medida aislada más eficaz en la prevención al inicio del consumo de tabaco; la estrategia asistencial, ya que dejar de fumar es la medida más eficaz en términos de mortalidad, evita la aparición de enfermedades y sus consecuencias, es coste-efectiva y tiene un impacto positivo en la salud pública; las campañas informativas, tan valiosas a la hora de implementar cambios como el producido en estos momentos; la prohibición efectiva de la venta a menores, los puntos de venta, donde por cierto se ha dado un paso atrás, la publicidad en estos lugares en Canarias o los programas educativos escolares.

El camino que aún queda por recorrer es muy importante y hay que seguir trabajando para que el esfuerzo realizado se consolide y avanzar en las medidas que todavía no se han desarrollado adecuadamente. En que esto suceda tiene un importante papel el Observatorio de Prevención del Tabaquismo, que esperamos dinamice actuaciones, monitorice la evolución y repercusión de la ley, y promocione y promueva medidas no contempladas en ella.

¿Qué apoyo han recibido desde sociedades como la Separ en la lucha por implantar esta nueva ley?

El apoyo de las entidades que conforman el CNPT ha sido fantástico durante todo el proceso de tramitación de la nueva ley, pero también lo ha sido antes y lo está siendo después. Las sociedades científicas como la Separ indudablemente son una pieza clave y actúan como promotoras de iniciativas y catalizadoras de actuaciones.

¿Considera que se debería haber regulado también el consumo de tabaco en otras zonas no contempladas por la normativa?

Según Planchuelo, la financiación de los tratamientos
reduciría las desigualdades en salud.

Se podría, pero priorizamos los espacios públicos cerrados por las evidencias de repercusiones en la salud. Me refiero sobre todo a esos espacios públicos que no son cerrados, como los de uso deportivo, que por la actividad que desempeñan son un escaparate de vida saludable y serian un buen elemento a considerar desde el punto de vista educativo. Sin duda será la propia sociedad quien irá reclamando poco a poco más espacios de convivencia sin humo.

Entre los propósitos de año nuevo que se hace mucha gente está el dejar de fumar, ¿considera que esta ley va a ayudar a que este propósito se logre con más facilidad? ¿Se tienen ya datos o estimaciones para saber si han disminuido el número de fumadores?

No tenemos datos aun de la repercusión en el número de fumadores, aunque indudablemente la ley ayudará a que muchos fumadores que estaban pensando dejar de fumar en un espacio de tiempo más o menos corto, aceleran su decisión y abandonen el tabaco.

¿Se podría hacer ya una previsión de la repercusión económica de la ley en el sector hostelero?

Todavía es pronto, y los expertos nos indican que al menos hay que esperar tres meses para hacer una evaluación de la situación.

¿Dónde pueden acudir los fumadores para tratarse esta adicción? ¿Los recursos sanitarios son accesibles a todo el que lo necesite? ¿Qué consejos daría a los que quieren dejar de fumar?

Desde el CNPT y durante años defendemos que la “lucha contra el tabaquismo” ha de basarse en tres pilares: prevenir el inicio al consumo de tabaco, proteger a los no fumadores del aire contaminado por el humo y ofertar alternativas a los fumadores cuando deciden dejar de este hábito. Y es en este último punto donde demandamos que el acceso a los tratamientos que han demostrado ser eficaces científicamente a la hora de dejar de fumar estén accesibles a todos los ciudadanos dentro de nuestro Sistema Nacional de Salud. Hay que recordar que el tratamiento del tabaquismo es coste-efectivo y que su financiación aumenta los intentos de abandono y reduce las desigualdades en salud ya que el consumo de tabaco es mayor entre los sectores sociales más desfavorecidos y el mayor número de abandonos se producen en las clases sociales con mayor nivel socioeconómico.

A quien decida dejar de fumar le animaría a acudir al profesional de la salud para que le diagnostique y trate su dependencia, y en caso necesario le derive a consultas especializadas de tabaquismo.

¿Qué mensaje le gustaría mandar al fumador para que tomase conciencia de la necesidad de este Ley?

El fumador con su conducta está demostrando que entiende que la nueva ley promociona la salud y protege frente al humo del tabaco. Hay que insistir en que los fumadores están dando una lección de civismo y convivencia, y valoran mucho más el compartir espacios libres de humo que fumar el cigarrillo dentro de los locales. Es indudable que el mejor grado de salud de la población se consigue ampliando los espacios públicos de convivencia, y esto es lo que se pretende con la implementación de esta ley, que sin duda es un triunfo de la sociedad.

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