Diversos estudios ponen de manifiesto el manejo deficiente de los dispositivos de terapia inhalada por parte de los pacientes, así como la necesidad de que los profesionales sanitarios se ejerciten en el uso de los inhaladores para poder educar a los enfermos respiratorios en un correcto cumplimiento terapéutico. En este sentido, en el marco del XXI Congreso de Neumomadrid, celebrado recientemente, se ha realizado un taller de terapia inhalada para profesionales de Enfermería, organizado con la colaboración de Sandoz. |
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“No existe un inhalador ideal para todos los pacientes, pero sí un inhalador adecuado para cada persona, dependiendo de su edad, habilidad para usarlo y preferencias. La gran variedad de dispositivos que existen permite tratar a cada paciente con el sistema que más se ajuste a sus características”, ha afirmado la enfermera Paz Vaquero, DUE del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, quien ha impartido el taller.
Según su experiencia, las características del “inhalador ideal” son: fácil de utilizar durante una exacerbación, alta producción de aerosol por unidad de tiempo, rendimiento reproducible en diferentes condiciones de operación, fácil de utilizar y de aprender su uso, imposibilidad de sobredosificación y pérdida del fármaco una vez cargado, boquilla cómoda, contador de dosis disponibles y aviso de las últimas disponibles, percepción del fármaco y posibilidad de recarga y reciclaje.
Paz Vaquero, DUE del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
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No obstante, una técnica de utilización defectuosa es el principal problema que limita el efecto de la terapia inhalada. La enfermera del Gregorio Marañón ha detallado que los errores más frecuentes que comete el paciente son no coordinar la pulsación-inhalación, apnea inadecuada, inspiración muy rápida, no agitar correctamente, no exhalar suficiente aire, pulsar varias veces con una única inhalación, inhalar por la nariz, no colocar bien la boquilla en la boca, colocar el dispositivo en posición incorrecta y exhalar sobre la boquilla tras la inhalación.
Así, es fundamental que el profesional sanitario se asegure de que el paciente sabe emplear el dispositivo correctamente. “Una técnica de administración mal aprendida puede hacer fracasar un tratamiento o, incluso, ocasionar un ingreso hospitalario”, ha recordado Vaquero. “Debemos conocer el manejo de todos los dispositivos de inhalación y atender todas las consultas sobre su utilización”, ha recalcado.
“La actuación con el paciente debe consistir en explicarle cómo se utiliza la primera vez que va a usarlo y facilitarle la posibilidad de que vuelva a preguntar cuando tenga dudas; demostrarle cómo se usa con dispositivos placebo; animar al paciente a que haga una demostración del manejo para comprobar que realmente lo utiliza bien; y reevaluar la técnica con visitas de control”, ha explicado la enfermera. “Los profesionales de Enfermería debemos incidir en una mayor y mejor educación de los pacientes en las técnicas inhalatorias, porque el uso de la vía inhalatoria sin educación es un fracaso anunciado”, ha concluido Vaquero. |