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Lunes, 09 de abril de 2012  |  NÚMERO 69 Acceda a nuestra hemeroteca
ACTUALIDAD
PUEDE FAVORECER LA APARICIÓN DE DEPRESIÓN
El impacto físico de la EPOC en el paciente avanzado es demoledor
Las secuelas físicas derivan en consecuencias emocionales y, todo ello, aísla socialmente al afectado

Redacción. Madrid
El impacto físico de una persona afectada por EPOC suele ser demoledor, sobre todo en los estados más avanzados de la enfermedad en los que los ahogos en actividades cotidianas, como ir de paseo o hacer la compra, son frecuentes. Esta situación física deriva en consecuencias emocionales importantes porque el paciente debe adaptar su vida a la enfermedad, reducir sus salidas de casa y quedar limitado, con la inevitable consecuencia del aislamiento social. Todo ello puede favorecer la aparición de otras patologías de carácter psíquico, como la depresión. En este sentido, Joan Gil, neumólogo en el Hospital Universitario de Alicante, ha comentado que “la enfermedad evolucionada, habitualmente por encima de los 50-60 años, limita la actividad física de los pacientes, compromete su vida de relación y afecta gravemente a su calidad de vida”.

Joaquín Gil y Enrique Mascarós.

El impacto físico y emocional de la EPOC ha protagonizado parte de la jornada de formación ‘Dale Aire a la EPOC’, celebrada en Calpe (Alicante) y promovida por Boehringer Ingelheim y Pfizer, en la que han participado un centenar de médicos de Atención Primaria especializados en patologías. Durante la reunión también se ha debatido sobre los tratamientos más eficaces para los pacientes y se han abordado las novedades de las guías GOLD, el manual de referencia de tratamiento para la EPOC a nivel internacional.

Por otro lado, se ha insistido en la importancia del diagnóstico precoz de cara a reducir las elevadas cifras de infradiagnóstico. Los expertos calculan que la prevalencia de EPOC en personas mayores de 40 años se sitúa alrededor del 10 por ciento de la población. En esta línea, Gil ha comentado que “solo un 25 por ciento de estos pacientes ha sido diagnosticado y es consciente de su enfermedad. Si, ni el paciente ni su médico conocen esta situación, es imposible poner en marcha las medidas necesarias para impedir su progresión y mejorar su calidad de vida.”

Respecto a la importancia de tomar conciencia acerca de esta patología, Enrique Mascarós, médico de especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y presidente de la sociedad científica Grupo Respiratorio en Atención Primaria (GRAP), considera que “si la sociedad conociera que esta enfermedad es prevenible y tratable, muchos pacientes consultarían más precozmente a su médico de Atención Primaria y se tendría más concienciación de lo perjudicial que es el tabaquismo. Por lo tanto, se reduciría el principal factor de riesgo para la EPOC, al disminuir el número de fumadores”.

En cuanto al futuro del abordaje de la EPOC, Mascarós ha destacado que “es necesario abordarla desde un punto de vista global, con la implicación de los profesionales de la salud y la adopción de políticas de divulgación y concienciación social. La EPOC es una enfermedad que por el número de pacientes afectados, su repercusión en la calidad de vida y la cronicidad de la misma, va a requerir del esfuerzo de toda la sociedad para luchar contra ella”.

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