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Lunes, 21 de marzo de 2011  |  NÚMERO 45 Acceda a nuestra hemeroteca
ACTUALIDAD NEUMOLÓGICA
ALERGÓLOGOS Y NEUMÓLOGOS DIALOGAN EN LA JORNADA ASMA A DEBATE 2011
El asma mal controlada en embarazadas es más peligroso que los efectos secundarios de fármacos
Especialistas abordan la dificultad de diferenciar asma y EPOC en fumadores

Redacción. Madrid
Las similitudes entre EPOC y asma hacen compleja su diferenciación, especialmente en pacientes fumadores. Si bien las dos son enfermedades que ocasionan una obstrucción en las vías respiratorias, lo hacen a través de mecanismos diferentes. Expertos alergólogos y neumólogos reunidos en Madrid en las Jornadas Asma a Debate 2011, organizadas por MSD y con el aval científico de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), han destacado la importancia de realizar un correcto diagnóstico de ambas enfermedades. “Muchas veces los síntomas no son distinguibles y en ocasiones no está claro a qué enfermedad pertenecen”, afirma Vicente Plaza, director del Servicio de Neumología del Hospital Sant Pau (Barcelona), director del Programa de Investigación Integrada en Asma de Separ y uno de los dos coordinadores de las Jornadas.

Las características clínicas compartidas por ambas enfermedades se basan en la inflamación y la obstrucción de la vía aérea, esta última poco reversible y progresiva en la EPOC, mientras que en el asma es variable y reversible. La localización de la respuesta inflamatoria también presenta diferencias en estas afecciones: en la EPOC se localiza en la vía aérea periférica y en el parénquima pulmonar, en contraste con el parénquima pulmonar y la afectación panfocal de la vía aérea en el asma. Además, los mediadores inflamatorios son diferentes en el caso de la EPOC y del asma.

En la imagen de la izq., Juan Ruiz Manzano y José María Olaguíbel. A la dcha., un especialista durante la presentación de una de las ponencias.

A pesar de sus diferencias, entre un 17 y un 19 por ciento de los pacientes pueden tener cierto grado el solapamiento entre asma, enfisema y bronquitis crónica. Cuando el paciente sufre ambas enfermedades a la vez, “las consecuencias para la calidad de vida son nefastas”, dice Plaza, debido a la disnea (ahogo) que en la EPOC es permanente y más notable en las fases avanzadas de la enfermedad.

Asma y mujer

Las Jornadas de Asma a Debate abordaron también el tema de asma y mujer en la sesión titulada Influencia de las hormonas sexuales femeninas en el asma y la rinitis. Un tercio de las mujeres con asma que están embarazadas sufre un empeoramiento de su enfermedad respiratoria durante el período gestacional, lo que resulta especialmente relevante dado que las crisis asmáticas repetidas pueden afectar al feto mediante un crecimiento intrauterino retardado, prematuridad y bajo peso al nacer.

Por ello, los expertos destacan la importancia de mantener controlada esta enfermedad respiratoria con el tratamiento prescrito por su médico, a pesar del recelo de muchas mujeres a la hora de tomar medicación durante el embarazo. El asma mal controlada es más peligrosa para la madre y para el feto que los efectos secundarios ocasionales que se puedan derivar de la medicación.

Hay que tener en cuenta, como explica Santiago Quirce, jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y coordinador también del encuentro científico, que “muchas de las exacerbaciones de asma de las embarazadas se deben al abandono del tratamiento”. Por ello Quirce recomienda “extremar la vigilancia, optimizar el control y continuar con el tratamiento de mantenimiento”, ya que las embarazadas asmáticas presentan una mayor incidencia de complicaciones, como hemorragias, eclampsia o nacimientos prematuro.

Es destacable la relación entre asma y menstruación, ya que un 40 por ciento de las asmáticas en edad fértil sufren asma premenstrual. Un estudio multicéntrico español presentado en las Jornadas Asma a Debate establece que prácticamente todos los síntomas de asma se incrementan en la fase premenstrual . “Por una cuestión hormonal, el asma puede descontrolarse en un porcentaje importante de las mujeres en edad fértil que sufren la dolencia”, asegura Plaza. Por lo general, las mujeres con asma tienen más síntomas y peor calidad de vida que los varones a pesar de tener una función pulmonar comparable. “El asma predomina en varones hasta la pubertad mientras que en los adultos hay un claro predominio de las mujeres”, apunta Quirce.

Disnea en el asma

Precisamente la disnea o sensación de ahogo es uno de los síntomas más habituales del asma, y puede limitar mucho la participación en los aspectos habituales de la vida, que van desde el trabajo al ejercicio físico. La percepción de la disnea por parte del paciente es algo subjetivo. Hay pacientes que perciben más ahogo del que cabría esperar. “Una persona hiperperceptora tiene más síntomas, por lo que lleva mayor cantidad de fármacos o dosis que otra persona que tiene una percepción normal de la disnea, o incluso baja”, explica Plaza.

Sin embargo, hay personas que perciben a la baja este síntoma, lo que se denomina alexitimia. Se trata de personas que perciben mal y expresan con dificultad emociones psíquicas y síntomas físicos. “Sufren menos, pero tiene una consecuencia peligrosa: les puede producir un retraso a la hora de acudir a su médico o a urgencias, por lo que pueden padecer crisis muy graves”, alerta Plaza.

Los organizadores han destacado también el debate durante las Jornadas sobre la entopia, que se encuentra en personas que tienen síntomas de rinitis aparentemente alérgicos (por la estacionalidad o por síntomas como picor, estornudos o rinorrea), pero cuyas pruebas de alergia son negativas. “Se ha visto que en algunos de estos pacientes hay una producción local en la mucosa nasal de la IgE específica de la alergia”, explica Quirce. La solución para estos pacientes es realizar análisis específicos en la mucosa nasal para detectar la IgE local.

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